sábado, 31 de mayo de 2008

CINE: ONCE


El Chicago Tribune se refirio sobre esta película como el nuevo modelo de músical para el género de aqui en adelante. Y no exageran. Después de ver ONCE, me quedo con la impresión de que muchas películas pudieron y pueden ser mejores siempre y cuando sus realizadores traten de ser lo mas honestos y reales con su obra y con ellos mismos. Ambientada en las calles de Dúblin, esta película nos presenta personajes tan simples y puros que uno no puede dejar de pensar en cuando los actores dejan de ser actores y son ellos mismos. Gleen Hassard encarna a este músico callejero que lucha por hacerse escuchar y Markéta Irglová interpreta a una vendedora ambulante que trata de ganarse la vida en un país extranjero. La clásica trama de ¨chico conoce chica¨ es explorada con todos esos matices de la vida cotidiana, sin caer en detalles superfluos. En este sentido ONCE es muy austera, dandole al público solo las escenas necesarias para enriquecer la historia, donde nada esta demás. Al estar completamente filmada en formato digital con solo dos cámaras minidv y un ínfimo presupuesto de aproximadamente 100 mil dolares (presupuesto bajisimo para tratarse de una producción europea) ONCE propone una estética casi casera pero inteligentemente filmada, desde ángulos que el director John Carney consideró no entorpeceria la naturalidad de los actores (los cuales fueron y son músicos antes que actores) y nos entrega una historia pequeña, cálida, y entrañable como pocas, sin caer en la cursileria o dramatismo que les hubiese exigido un estudio mayor con presupuesto millonario. En ONCE los las heridas afloran, los ojos se abren y los sueños despiertan. Disponible en Netmovie, con extras de ¨detrás de escenas¨y otros más.

3 comentarios:

lu dijo...

soñar despierto cuenta como sueño, pero es una expresión distinta, despierto soñás lo que querés. dormido no tenés voluntad...
yo viajo a la paz la semana que viene y me da miedo recorrer sus calles vacías. hay lugares que me quitan el aire, como un golpe fuerte en el pecho, como si me olvidara de respirar.
yo sueño despierta muchas veces. sueño con cosas que quiero que pasen, con cosas que ojalá que pasen. y después me despierto y respiro -ahi sí puedo respirar-, y se que nunca pasan las cosas que sueño así, entonces también sueño las cosas peores para exorcisarlas, y cierro los ojos y ruego que todo se resuelva pronto. que sobrevivamos. y luego sí, entonces, podamos vivir.

lu dijo...

estoy en la paz ahorita mismo. a un par de cuadras del prado.

es extraño, sabés, recorrer ciertos lugares que pensé iba a encontrar habitados por fantasmas, de repente son simplemente distintos.
como si fuera otra esta ciudad.
o como si la otra fuera yo.

creo que ubico la fábrica de cerveza -qué crueldad innecesaria decirte que no era fábrica de nubes- pero esta es una ciudad que no me pertenece, que recorro como perdida y que me niego a recorrer si no es que alguien me lleva...
y me da un poco de gracia porque escribo medio enigmática y me leo y me imagino que hablo de algo pero en realidad es diferente mi historia. muy mucho. je, pero no importa.

la mejor forma de recordar los sueños es contándonoslos -existe esa palabra?- a nosotros mismos apenas nos despertamos. las imágenes se vuelan rápido cuando sacamos los dos pies a la vigilia. hay que aprender a quedarse un poquitito en el medio.

lu dijo...

a veces me pierdo, sabés, y hasta me olvido de soñar.
o más bien, sueño y me olvido, y eso es lo que le pasa a toda la gente en general.
últimamente me vienen asustando mis sueños porque se les ha estado ocurriendo suceder, luego, en la realidad.
en metáfora, por supuesto, como si mi sueño fuera poesía de lo que he de vivir; pero a veces literalmente -las mismas palabras-.
y por eso un poco supongo que he dejado de recordarlos unas semanas, porque el último que anoté resultó escalofriantemente profético, y hasta me dio miedo seguir soñando.