Mientras intento subir el nuevo episodio del podcast (el internet de Cotas esta muy lento y subir material requiere un flujo constante de banda) les dejo un extracto de una nota que hizo Alberto Fuguet para el periódico ¨El Mercurio¨ hace casi dos años. Resume con mucha elocuencia la pasion por el mensaje hablado, la intimidad entre el oyente y el locutor comprometido con su contenido y el potencial de un medio que en el cual nosotros decidimos cuando y como oirlo:
¨Hace un par de semanas, caminando de noche por una calle de Providencia llena de cerezos en flor, en medio de esas espesas neblinas de agosto que lo invaden todo, me enteré de que Sam van Halgren, uno de mis mejores–amigos–nuevos, partiría de mi órbita. No fue un momento agradable, lo confieso, y no estaba para nada preparado. La desaparición de Sam –anunciada por él mismo– me hizo pensar en si uno puede considerarse amigo virtual de alguien con el cual nunca ha estado ni ha visto, pero al cual ha escuchado por más de un año con leal atención.
Escucharlo, sí, porque nuestra amistad fue, digamos, una amistad podcast, de esas que sólo nacen cuando uno se aísla del mundo con unos audífonos para entrar en otro muchas veces mejor, más culto y con mejor pronunciación, que nada tiene que ver con la dictadura de lo actual, del chiste rápido y la información al instante, que no mide minutos ni posibles audiencias y donde lo único que importa es el flujo de la conversación y el interés en aquello que a la mayoría no le interesa nada.
¿Acaso eso no es como se mide en parte la amistad? ¿Juntarse con alguien para poder escuchar lo que nadie más es capaz de contarte?.....
La nota completa puede encontrarla aqui